Descubre el encanto de Granada en Carmen del Azahar situado en el corazón del histórico barrio del Albayzin.
Sumérgete en la magia de estos alojamientos únicos que aúnan tradición y modernidad.
Carmen del Azahar nace de la ilusión por compartir un espacio especial que armoniza belleza, bienestar y disfrute.
¡Bienvenid@s a una escapada perfecta para vivir sin prisa
la magia de Granada!
Alojamiento consistente en una cueva natural con una ubicación inmejorable entre los emblemáticos barrios granadinos de Albayzin y Sacromonte.
Te invitamos a disfrutar del privilegio de una experiencia diferente en un alojamiento único y “vivo”, cuya esencia es la relación continua con la tierra, la luz y el agua.
Enclave especial que durante años albergó el “Estudio de Arte Gitano” del escultor y artista Luis Heredia Amaya, reconvertido en un espacio de atmósfera romántica.
Equipado con todas las comodidades para una estancia inolvidable, destaca la amplia bañera adosada al dormitorio que invita al relax como broche final a un día repleto de intensas experiencias por la mágica ciudad de Granada.
Bienvenid@s a Casa Cueva de “Carmen del Azahar”, donde la poesía del pasado encuentra su eco en el presente.
Casa-patio de Carmen del Azahar es un encantador y funcional apartamento abierto a un amplio patio con vistas a los barrios de Albayzin y Sacromonte.
Tanto por su inmejorable ubicación como por su condición de carmen granadino (residencia con pequeño huerto-jardín en su interior), Casa-patio ofrece la posibilidad de conocer la esencia de Granada.
Desde su entrada independiente nos recibe una fuente o pilar típica de la ciudad y así nos adentramos en el patio y sus rincones, diseñados para ofrecer momentos de relax, comidas al aire libre, tertulia o lectura.
Carmen del Azahar toma su nombre del árbol que preside su patio: un limonero injertado por un antiguo propietario auténtico artesano de la naturaleza que hizo posible que del mismo árbol crezcan limones, pomelos, naranjas dulces y amargas.
Las flores de azahar y su aroma junto al colorido de los frutos y la luz tamizada por las ramas de dos antiguas parras que regalan frescor y sombra en los días calurosos convierten el patio en un oasis para los sentidos.
Para que la estancia en nuestro alojamiento sea completa y agradable en cualquier momento del año, en los días fríos de invierno la acogedora chimenea nos invita al interior, al recogimiento y la charla o lectura pausadas.